domingo, 8 de abril de 2012

Minecraft: el nuevo vicio

Sí, sí, ya sé que no es algo estrictamente nuevo y que ya lleva un tiempecito dando vueltas por el mundo, pero para mí es la novedad, así que os hablaré de ello, a ver si conseguimos más adeptos para conquistar el mun... juego. 

El tema que hoy vamos a tratar es el juego que he descubierto hace bastante poco: Minecraft. (Sí, yo también me doy cuenta de que la última entrada también iba de un "-craft", no me tachéis de repetitiva, por favor, que ambos molan por igual)

Minecraft es un juego que si eres un amante de los graficazos, estoy segura que lo verás y lo primero que dirás será "vaya mierda". Pero no, amigos, no hay que pensar eso cuando estamos ante este juego. Tiene muchas cosas que "compensan" esta mala gráfica. 

Básicamente cuando entramos en el mundo de Minecraft, nos encontramos ante un mundo completamente cuadriculado. 
Tenemos dos modos para jugar: el creativo (que sólo sirve para eso, crear) y el de supervivencia que es, lógicamente, el que más chicha ofrece. Cuando empezamos una partida en el modo supervivencia, aparecemos en el mundo sin nada, absolutamente nada. Y tenemos que apañarnoslas, teniendo en cuenta que pasaremos hambre, por la noche saldrán monstruos, etc. 

Para ello hay que empezar a conseguir materiales y construir. Y esa es una de las grandes magias que ofrece Minecraft: todo lo que quieras conseguir, tendrás que construirlo con tus propias manos. Picos, palas, hachas, hornos donde cocinar o fundir metales, camas donde descansar... ¡De todo! La verdad es que es algo realmente espectacular. 

Si buscáis por youtube encontraréis muchos vídeos-guía explicando cómo sobrevivir los primeros días. A mí me hubiera gustado hacerlo para vosotros, pero mis recursos para ello son más bien nulos, así que... ¡Pero os tengo una sorpresita guardada, tranquilos! Tan sólo tenéis que llegar al final de esta entrada para saberlo. 

Otra de las grandes cosas que tiene Minecraft y lo cual le da muchísimo juego es que no es algo cerrado ni mucho menos terminado. Cada dos por tres los propios autores actualizan el juego para añadirle novedades, nuevas funciones, monstruos, animales, materiales... De todo. Pero no sólo eso: los jugadores, individualmente, pueden crear mods, que modifican la base del juego haciéndolo aún más divertido. Estos mods pueden añadir cualquier cosa: nuevos elementos de construcción, materiales, recetas de crafteo, monstruos... Incluso algunos añaden historias o retos interesantes. Por ejemplo, yo tengo pensado unirme a este reto:

Se trata de sobrevivir en una minúscula isla suspendida en medio de la nada. Si te caes, mueres. Además, hay una serie de objetivos que hay que cumplir para "superar" este reto, utilizando únicamente los elementos que hay dentro del baúl. La verdad, me parece interesante. Si me animo con ello, ya os contaré como ha ido la cosa. 

Además de todo esto, el juego ofrece una versión multijugador en la que puedes enfrentarte al reto de la supervivencia con amigos. A parte de los servers comunes, como si de un MMORPG se tratase (Massively multiplayer online role-playing game, para los no entendidos, un juego online típico como el WOW, por poner un ejemplo clarísimo). 

Finalmente -como no se me ocurre nada más que contar acerca del juego- pasaré a explicaros la sorpresita que tengo para el blog con referencia a Minecraft: 

Dado que no puedo dedicarme a grabar vídeos sobre el juego como me gustaría, he empezado a hacer una historia-diario sobre una partida, como si todo lo que ocurriese en el juego fuera lo que le ocurre a mi personaje. Los primeros capítulos, por desgracia, no serán acompañados por imágenes (básicamente por que se perdieron en el infinito por problemas técnicos), pero en unos cuantos capítulos podréis verlas todas. 

Nada más, amigos. Espero que os haya gustado la entrada y si os animáis a conocer algo más sobre Minecraft y tal, no dudéis en comentarlo. 

¡Nos leemos!

S. 

sábado, 31 de marzo de 2012

Papercraft - Arte con papel

Papercraft.

A algunos quizá os suena la palabra. A la mayoría, es posible que no. Quizá con un simple análisis de la palabra formada por "paper" y por "craft" os da una idea de lo que vamos a hablar hoy aquí. ¿Y qué es exactamente esto?

Tal y como indica su nombre y como muy bien habréis adivinado, se trata de la creación de figuras mediante una herramienta muy fácil de encontrar: papel. Podría decirse que es casi una variante de la papiroflexia, puesto  que ambos procedimientos utilizan el papel y crean obras al manipularlo. Pero en el caso del papercraft nos encontramos ante figuras en tres dimensiones, lo cual se aleja un poco del tópico de la papiroflexia.

¿Qué necesitaríamos para entrar en el mundo del papercraft?
- Algo de maña o, como mínimo, ilusión por aprender a hacerlo. 
- Papel, pegamento y tijeras.
- Un patrón.

Los patrones son esenciales para hacer papercraft, al menos si no se te da bien dibujar o simplemente eres muy vago como para hacerte tú mismo el patrón. Existen millones de patrones en internet basados en mil y una cosas, ya sean videojuegos, animes, animalitos... Cualquier cosa. 


En la imagen anterior puede verse, aunque de manera muy simple, un patrón con su resultado final. Para que veáis más o menos cómo va el tema. 


En esta imagen quizá podréis ver mejor el funcionamiento. Como veis, todas las partes de la figura están dotadas de pestañitas. Éstas no podrán verse una vez se finalice la construcción, pero nos servirán para poder montar toda la estructura sin preocuparnos. Es aquí donde debería colocarse el pegamento y unir cada pestaña con su correspondiente pareja. En algunos patrones la forma queda mucho más clara al recibir las pestañas letras o números que ayudan a ver qué va con qué y así evitarte un lío, pero con paciencia todo se saca. 

Os dejo algunos ejemplos de papercraft: 


La imagen que os dejo a continuación es una imagen real (y tan real, como que está sacada en mi habitación) de lo que me hizo lanzarme a explorar el mundo del papercraft: 


Este PEDAZO de Jack Skelleton está hecho únicamente con papel por las hábiles manos de mi amiga @blackroses_vic. ¡Gracias! No sabes cuantísimo me gusta. 

Para terminar esta entrada, voy a poneros el patrón de la siguiente figura a la que me voy a enfrentar (la primera fue una Tardis sin ningún tipo de complicación, y aún así me quedó chuchurría, así que...). Cuando la tenga hecha, colgaré el proceso con fotos y demás de cómo la he construido. 


¡Nos leemos! 

S. 

viernes, 23 de marzo de 2012

Holder del Fin


Hola soy Jordi, el becario del blog ^^u ¿Supongo que os preguntareis porque estoy escribiendo una entrada, no? Pues mirad el otro día estaba hablando con Liees y Tsu (los amos del blog) y les comenté la idea de investigar el tema de The holders. Para los que no sepáis de qué va este tema de The holders os lo explico brevemente:

“Según dice la leyenda de The holders que circula por internet, en el mundo había 2538 objetos especiales pero debido a unas circunstancias no detalladas desaparecieron 2000 de estos. Los 538 restantes están escondidos en las instituciones mentales de todo el mundo y uno es libre de querer coleccionarlos todos. Pero cada uno de estos objetos está protegido por un ser de otro mundo nombrado Holder “

¡Así es! Mi objetivo en las próximas entradas sera convertirme en un Seeker, aquel que ha aceptado el reto de buscar los 538 objetos para bien o para mal, así narrándoos mis experiencias en busca de estos escalofriantes objetos.

Sinceramente pienso que todo esto no es más que uno de los muchos Fakes de internet y seguramente esta “aventura” solo contendrá esta entrada diciendo que fui a la institución mental y se rieron de mi (o me encerraron por loco, ¿os imagináis? xDD). En fin también tengo que decir que tuve esa idea porque vivo en Nou Barris (una parte de barna) y allí hay el hospital de la Santa Creu, un monumento histórico, a primera no serviría porque no es ningún centro mental pero según leí en las noticias anteriormente había sido un manicomio así que según un amigo mío podría servir para la aventura.

Una última cosa antes de empezar con mi primera experiencia (ojala no sea la última ^^u): Esta introducción esta echa por la tarde del jueves día 22, mañana por la mañana iré al centro ya que no me atrevo a ir de noche xDDD Pues nada a ver que ha salido:
“Ha sido terrible. Aún tengo escalofríos de lo visto esta mañana en ese puto lugar, no sé qué decir la verdad, disculpadme pero el miedo no me deja pensar bien. Para empezar creo que me han drogado porque lo que he visto hoy está fuera de toda imaginación humana pero con mis simples palabras terrestres intentaré describiros  lo visto hoy en el Instituto Mental de la Santa Creu.


Esta mañana parecía un bonito día, si se le podría llamar así, no ha empezado a llover ni estaba nublado como ayer. La gente parecía tranquila aunque más bien ahora la llamaría estúpida jajaja No ven más que por sus ojos, no ven con la mente jajaja. En fin para llegar tuve que coger el metro hasta la parada Liceu y andar un rato.
Al llegar al actual museo de lo que fue ese manicomio pude ver que el ambiente allí era apacible, había gente mayor comprando entrada para el museo y hasta un grupo de niños que hacían una excursión de mierda. Primeramente pensé que ese sitio no me valdría ya que eso parecía de todo menos un lugar perturbador donde buscar estos objetos tan valiosos pero para mal yo me equivocaba completamente. 

Me acerqué al mostrador donde un hombre de mediana de edad me miraba aburrido y hice esa estúpida pregunta que según Taringa tenía que decir: Voy a visitar a aquel que llaman el The holder of the end, lo dije en ingles por si las moscas. El hombre se quedó callado con una cara de horror indescriptible, como si su niño interior solo de escuchar esas palabras se hubiera puesto a llorar.


Sin decirme nada se levantó y se fue hacia una de las partes del museo que decía prohibido pasar, yo lo seguí y me extraño muchísimo que el chico de los tickets, que parecía no tener más de dos años más que yo, me dejara pasar sin tener entrada. El hombre me llevó a una zona de la exposición desconocida para el público y como más nos alejábamos del público del museo más oscuro se hacía y más miedo sentía.
Durante el pasillo que cruzaba empecé a escuchar a alguien, pobre de mí pensaba que era el hombre susurrando algo por sí mismo, no tardé en saber que esas palabras no venían de este mundo y que solo se podrían interpretar como: “A’hrl mh’arld’ toph’comklá”. Esos susurros persistentes me hicieron entrar en un miedo que nunca antes había conocido jaja En un miedo hacia lo desconocido, pero no a lo desconocido que puede conocerse… sino a un miedo a aquello imposible de conocer para la mente humana, a aquello que puede matarte si quiere y que tu frágil mente humana no lograría entender.

Pero lo que me dio más miedo fue cuando estos susurros se apagaron de golpe y la imagen del guía empezaba a desvanecerse. Mi mente allí se volvió loca porque recordaba que tenía que hacerse algo en esas ocasiones pero me costaba centrarme del miedo que tenía. Finalmente lo recordé: “Solo pasaba por aquí, Deseo hablar.” Pronuncié con una voz llorosa de impotencia mientras aliviado volvía a escuchar los tormentosos susurros de él.

Finalmente llegué a una sala donde tuve que entrar solo, esa sala era rara… como si estuviera echa de piel de personas y cuando vi el ojo de alguien en la pared lo comprendí. Ahora mismo no estaba en un mundo real, en el mundo de los humanos, estaba en un mundo inferior… el mundo verdadero pero que por nuestra estupidez humana no podemos ver.

Examiné la habitación con una sonrisa loca, eso me ha afectado demasiado, y por fin vi de donde venían esos susurros del pasillo. En la esquina derecha de la habitación había un ser, creo que uno con aspecto humano, que no paraba de susurrar esas extrañas palabras todo el rato y acercándome a él me dispuse a conseguir el objeto que tenía escondido entre manos: ¿Que pasara cuando todos estén juntos?

El ser me observó detenidamente y levantándose del suelo empezó a susurrarme algo imposible de escribir aquí, imaginaba mundos gigantes destruidos, muertes por todas partes y seres que mi imaginación le costaba procesar. Finalmente dejo entre mis manos ese objeto que nuca fui capaz de ver pero que sabía perfectamente lo que era: Mi muerte.

Ahora por fin estoy en casa, después de eso no recuerdo mucho más… Me desmaye y me puse a gritar como loco… pero ahora ¿estoy mejor, verdad? Jajaja Aunque me noto raro, tengo algo en la cara y no se él qué, no puedo verme en los espejos.  Y sé que a partir de ahora solo puedo hacer una cosa: Conseguirlos todos para juntarlos otra vez jajajaja "

lunes, 27 de febrero de 2012

Proyectos, historias y disculpas.

Hola, hola~

Sí, lo sé. Hace mucho que no escribimos. Lo sé y lo siento, muy mucho. Expondré un poco, aunque no os interesen, mis motivos de ausencia.

Por un lado, han vuelto mis queridas y a la vez odiadas clases. Además, mi portátil estaba en reparación, por lo que estaba 12 horas en la universidad sin ningún ordenador a la vista con el que poder meterme en el blog a hacer cositas. Y bueno, las clases en sí han empezado con fuerza, lo que también quita mucho tiempo y... Pfff. No se puede con todo.

Por otro lado, hay otros motivos por los que no se ha dicho nada por aquí. Al menos por mi parte, Liees justifica su carencia de interés por que fue el último en escribir (aunque bueno, yo escribí varias veces seguidas y no me quejo...)

La cuestión es la siguiente. Al mismo tiempo que la idea del blog se generaba en mi cabeza, empezó a nacer también otro proyecto. Una historia. Un nuevo juego. Y sí, estos últimos días he estado un poco atareada pensando sobre ello. Crear un foro de rol, con toda su historia, su... Aih. Qué recuerdos. Pero sí, ahí está la cosa y poco a poco va tomando forma. Pronto escucharéis hablar por aquí de algo de "distopía"... Estad atentos :3

También quería comentar que una de las ideas principales que quería desarrollar por mi cuenta en este blog era crear un VAJ ("Vamos a jugar") para vosotros, lectores míos (si es que queda alguno por estos lares que aún nos lea). ¿Y qué es un VAJ? Para los que os gusten los videojuegos seguramente os resultará una idea más atractiva. A los que no, pensad que es una manera más de echarse unas risas y perder un poco el tiempo. Digamos que un VAJ es como una guía de un videojuego, algunos son incluso mejores que las propias guías (como este de Final Fantasy IX). Pero la gracia de un VAJ es que te muestra secuencias de los videojuegos y, además, el autor añade sus propios comentarios, generalmente humorísticos. Aquí, en este blog, vais a tener la suerte (o la desgracia) de presenciar cómo nace y evoluciona un VAJ dedicado al remake de Final Fantasy III para Nintendo DS. Quizá esta misma semana suba las primeras secuencias, si saco algo de tiempo.

Bien, más cositas que comentar. Ya que el VAJ es mi "proyecto personal" para este foro, Liees también tendrá el suyo propio. Por lo que tengo entendido (pero ya os lo explicará mejor él ^^) quiere hacer una serie de escritos sobre sí mismo explicando diferentes historias que... Bueno, ya mejor lo comentará él.

Por supuesto, no faltarán los proyectos con los que iniciamos este blog. Hablar de películas, libros, series y videojuegos, comentar cosas frikis, serias, soltar algún relato o, simplemente, intentar desahogarnos entre todos mutuamente. Y quizá, algún día, la sección de videos se estrene. Algún día.

¡Nos leemos pronto!

S.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Las adaptaciones cinematrográficas de los mangas y videojuegos. Intro


Street fighter: La última batalla/la leyenda de chun-li, Prince of tennis, Death Note, Dragon ball evolution… ¿Que tienen en común estas películas? ¿Sus argumentos? No. ¿Sus géneros? Tampoco. Lo que las envuelve en el mismo grupo es  que o fueron una absoluta mierda o que simplemente no triunfaron pero… ¿Por qué? Fueron películas basadas en aquellos mangas o videojuegos que tanto adoramos en teoría tendrían que ser películas geniales que nos hicieran imaginarnos las aventuras de aquellos entrañables personajes como si estuvieran aquí en nuestro mundo. Pero en vez de eso nos dejan una cara parecida a esta:



El motivo de que estas películas cayeran  en el olvido o fueran tiradas a la basura es curioso. En sí no hay un  único motivo por el cual no funcionaran, más bien yo  diría dos: O por su origen americano o por su origen Japonés. Exacto, aunque lo haya expresado de una forma muy superficial, la razón  por la cual estas películas han salido mal  es por su producción en Japón o en EUA.
Empezaré hablando del caso menos complicado.
  1.                       Estados Unidos: La superpotencia mundial en todos los aspectos, aquel país donde se ruedan las películas más exitosas de la taquilla… HOLLYWOOD ¡¿Qué más puedo decir?! Pero aquí está el gran problema deEEUU es un país ego centrista y sólo se miran el ombligo, cuando hacen una cosa tiene que ser a la americana aunque sea la peor forma y la más mierdosa de todas. Como ejemplos más claros están las películas de Street Fighter y Dragon ball Evolution. Claramente viendo estas películas se ve que a los americanos se la suda el argumento y TODO, y cuando digo todo es TODO, tiene que suceder en América, porque es el lugar más molón del mundo.

Más que nada ese es el problema principal de las adaptaciones norteamericanas. Rara vez intentarán hacer una versión fidedigna del manga en cuestión, sobre todo si la producción viene de Hollywood.

  • 2.       Japón: su caso es mucho más curioso que el de Estados Unidos, ya que ellos respetan mucho su cultura y es algo difícil que una película japonesa relacionada con un manga o videojuego japonés se salga de todo argumento, aunque alguna excepción seguro que hay. Inexplicablemente, sus películas no tienen mucho éxito fuera de Japón entre los fans y, aunque normalmente la película será una copia exacta del manga con movimientos totalmente iguales y acciones impresionantes, siempre se nos quedara esa cara de: “mola…Pero no se le falta algo…” Eso que le falta a sus películas es por “culpa” indirecta de los mangas que intentan versionar. Cuando tu abres un manga, como puede ser el ejemplo de Death note, lo primero que ves es un joven japonés de RASGOS OCCIDENTALES

¡Exacto! El manga se caracteriza por sus ojos grandes y abiertos que poco se parecen a los japoneses aunque el personaje sea de esa nacionalidad. Esto impide que cuando vemos una versión japonesa de una película, como mínimo en mi caso, veamos a ese personaje igual que el del manga ya que el actor de la película es japonés y no tiene unos rasgos occidentales para asociarlo con el personaje.

Para finalizar me gustaría comentar que en Europa se han hecho muy buenas versiones de los comics europeos sin que sucedan los fallos de los casos anteriores. Yo creo que si se quiere hacer una versión de un manga o videojuego sería esencial que lo hiciera algún director europeo sin relacionarse con productoras americanas. Aunque yo no menosprecio todas las obras que se han hecho hasta ahora, sobre todo aquellas japonesas y hay algunas fan movies muy respetables. Aquí os dejo para terminar con una de ellas:



Este articulo ha sido de introducción a este gran contenido que hablare en varias ocasiones más adelante ¡espero que les haya gustado!

Liees :3 <-- Para que no critiquéis a tsu de esta entrada ;w;

sábado, 4 de febrero de 2012

El futuro de los cobardes

Hoy os traigo una entrada muy personal. En teoría ayer iba a actualizar Liees, pero como siempre lo va dejando y es hoy y tampoco actualizará. Y precisamente como es hoy, y desde que escribí esto que hay aquí abajo quiero colgarlo justo en esta fecha, lo haré. Si no lo queréis leer por que es largo o lo que sea, lo entenderé, pero simplemente quiero compartir con vosotros algo de mí, aunque sea de un modo tan... Así. 

Comentaré al respecto del texto que está tal cual lo escribí en su momento. No lo he retocado ni nada para subirlo al blog, está tal cual salió en su momento de inspiración.

Sin más os lo dejo... No me tiréis muchos tomates (si es que alguien se lo lee).

Camino sin prisas por las calles de Barcelona. Hacía mucho tiempo que no venía por la metrópolis; la vida en la pequeña ciudad termina consumiéndote de tal forma que no tienes tiempo ni para disfrutar de otros aires aún más contaminados que los tuyos. Pero aquí estoy, embutido en un grueso abrigo y la bufanda, que ondula al viento, como única compañía.

He venido para reflexionar, supongo. Un día libre en la faena, pero Marian no libra y los niños tienen colegio hasta bien entrada la tarde. Quizá un buen entretenimiento sería pasar las horas tirado en el sofá mirando la televisión, anhelo deseado por toda mi generación. Supongo que nunca fui parte del rebaño; prefiero la soledad de una olvidada playa invernal.

El frío parece azotar mi rostro con tal fuerza que parece que quiera cortar mi piel. La temperatura debe estar bajo cero. El mar está embravecido, lo que hace que de vez en cuando algunas gotas saladas salpiquen mi rostro. Pleno mes de enero, y yo sin calcetines.

Me acerco lentamente a la orilla, dejando atrás mis desgastados mocasines. La arena se esconde entre mis dedos, haciéndome cosquillas. Conforme más me acerco, más húmeda está la tierra. Y una terrible sensación de felicidad, melancolía y sueños olvidados en un cajón perdido y húmedo inundan todo mi ser.
-¿Jorge?

Abro los ojos, saliendo de mi ensoñación. Detrás de mí, a unos cuantos pasos, veo una figura que parece reconocerme. Entrecierro los ojos. Ni idea. Es un hombre, algo más alto, algo más gordo, con bigote y una buena mata de pelo negra. Y lleva los zapatos en la mano. Sin calcetines. Sonrío ante mi desconocido conocido y le invito a acercarse a la orilla para disfrutar juntos de la agradable sensación.
-¿De verdad no me reconoces, Jorge? –Murmura tras un breve silencio en el que nos limitamos a observar las olas.

Le observo extrañado. Ahora que está más cerca puedo fijarme mejor en su rostro. A pesar de las marcas de la edad y su poco cuidada figura, puede notarse en sus facciones el recuerdo de un hombre bastante apuesto. Quizá un muchacho. En cualquier caso no logro ubicarle. Espera. Sus ojos. Esos ojos…
-¿Damián?
El corazón me da un vuelco al ver su sonrisa de satisfacción por ser reconocido. Madre mía. ¡Es Damián! Siento el impulso de abrazarle con camaradería, pero algo me retiene y me limito a tenderle la mano en gesto afectuoso.

-Cuanto tiempo, hombre. ¿Cómo te va la vida?
-Pues no puedo quejarme –afirma con una sonrisa, estrechando mi mano durante un lapso de tiempo mayor al recomendado-. He tenido suerte en mis negocios y todo va viento en popa. ¿Qué tal tu mujer?
-Oh, bien, genial –digo, con una sonrisa-. Está emocionada preparando las vacaciones con los críos.
-¡Críos! Pero hombre, no sabía nada. Enhorabuena, macho. ¿Cuántos retoños van? –Cierto tono pícaro resuena en el eco de su voz.
-La parejita –y no puedo evitar sacar una foto de ambos; muy parecidos desde siempre a Marian, excepto por el calmado temperamento que tienen. A nuestro lado, mi esposa es como un huracán.
-Veo que conseguiste todo lo que querías.

Me lo quedo mirando como si hubiera dicho algo completamente diferente. No. Como si no hubiera dicho nada y se hubiera limitado a darme un puñetazo en pleno estómago. Un soplo de aire intenta arrebatarme la fotografía de la mano, pero lo evito. Observo un segundo más el feliz rostro de mis hijos antes de volver a guardarlo en el fondo de la cartera.
-Supongo que la vida nos ha tratado bien.
-Pues sí.

Silencio.

El mar parece algo más calmado, pero el rumor del oleaje aún resuena con fuerza en la cala. Una despistada paloma vuela demasiado lejos de su territorio, desorientada por el mal tiempo.

-Parece que va a llover –murmuro, intentando romper el silencio extraño que hay entre nosotros.
-Eso parece.
-A ver si llega ya la primavera… -Me mira, como sorprendido por el comentario-. Al menos los críos podrían salir más a la calle y no encerrarse tanto en casa.
-¡Ah! Ya decía yo que no podía ser un deseo propio; con lo mal que le sientan a tus alergias la primavera y sus terribles secuaces como el polen.

Me río. No esperaba que se acordase de algo así. No esperaba que se recordase de nada, a secas. Quizá si él hubiera sido el tipo de espaldas que mira hacia el mar, seguramente yo no me habría acercado a saludar. Estaba tan olvidado, tanto…
-Bueno, noi –murmura, estirando los brazos. Y antes de que diga nada más, adivino al detalle su frase-. Va siendo hora de largarse, que el menda tiene hambre.

Reprimo una carcajada que se rompe en mi interior como un recuerdo demasiado importante que no se ha cuidado como merecía. Me limito a asentir, mientras me alejo de la orilla hacia los mocasines. Siguen ahí.

-¿Vas a ir a comer a algún lado? –Me pregunta, aún desde la orilla; su tono de voz de muestra cierto nerviosismo, como si aquella frase estuviera dotada de cierto poder.
-Supongo que volveré a casa para comer con los críos. Deben estar ya a punto de salir del cole.
-Vaya, una lástima. Si cualquier día te pasas por aquí, avísame y te llevo a una marisquería genial que hay por aquí cerca.
-Lo haré.

No lo haré, este encuentro no debería haberse dado nunca, y no volverá a suceder. El grandullón de Damián se me acerca con gesto afable y, tras un extraño gesto con los brazos, me agarra el brazo de manera muy patosa.

-Me ha alegrado mucho verte. De verdad.
-Y a mí…

Nos quedamos en silencio, sin romper aquél saludo tan formal establecido entre dos personas que jamás se trataron de tal manera. Una sonrisa leve, como de añoranza, se escurre bajo su bigote y se deja transformar en una risa completamente natural; esa felicidad tan falsa que no ha cambiado en veinte años.

-Que vaya bien, Damián.
-Igualmente, Jorge.

Y echamos a andar. Sin calzado ni calcetines, en direcciones opuestas y con el alma ahogada por la pena. Como hace veinte años. En este mismo lugar, hace tanto tiempo… Recuerdo el mal día, recuerdo las duras palabras y de cómo todo mi mundo se fue al cuerno. Aún escucho sus pisadas crujir en la arena. Reprimo las ganas de darme la vuelta para mirarle. ¿Y si lo hubiera hecho aquél día? ¿Y si… lo hago ahora?

No, Jorge, no digas estupideces. Piensa en tus hijos. Sí, piensa en ellos. Y en Marian. En tu familia, joder. ¿Por qué has abierto el cajón? Fueron tantos momentos. Tantos. Tantas carreras, tantas peleas, tantas tardes en el sofá, tantas sesiones en el cine sin pagar, tantas cervezas… Pero ahora eres un adulto, Jorge. No puedes, no debes pensar en ello. Guárdalo todo, guárdalo de nuevo y tira la llave lejos.

Y no mires atrás, Jorge. No lo hagas, por que sabes que no tendría solución. Por que cada vez que había una discusión y lo resolvíais aquí, en la playa, os alejabais. Y te dabas la vuelta, y él te estaba mirando. Y ya no importaba cuan enfadado estuvieras, por que no eras capaz de odiarle…

Camino sin prisas por las calles de Barcelona. El viento sopla fuerte y hace bailar los bajos de mi pantalón, mostrando mis desnudos tobillos. Los mocasines pican un poco, tan llenos de arena. Me paro delante del Maremagnum, sentándome un momento para descansar. El camino se me ha hecho largo, como de veinte años de recuerdos y otros veinte más de olvido.

Tomo aire e intento calmarme. Aquello ya no existe, Jorge. Pasó hace tanto tiempo que ya no tiene sentido torturarse. Cierro los ojos y me lo vuelvo a prometer. No mirar atrás. Y doy un paso, y otro, y otro… Y lentamente me alejo de la playa, de aquél encuentro que el destino ha querido ponerme para juzgar mi fortaleza.

Dejo atrás la playa, los recuerdos, y la única persona que ha sabido regalarme entre besos, abrazos y palabras cargadas de sentimiento el verdadero sentido de la felicidad. Un sentimiento que no tiene cabida en los tiempos que corren y que no fue, como todos dicen, una simple historia de pasión juvenil, “por probar”, o que simplemente una enfermedad de la que fui capaz de rehabilitarme. Y a pesar del impulso de mirar atrás, sigo adelante, con las ideas firmes y los sueños encerrados en un pequeño cajón del cual me he tragado la llave.

Con una agria sensación de vacío, mala conciencia y rumores extraños, entro en mi coche y acciono el motor. Su dulce ronroneo me tranquiliza. Busco en la cartera la foto de mis hijos y la coloco delante de mí, para tenerla siempre presente. Esto es la realidad. El trabajo, la familia y el dinero. Todo lo demás no son más que recuerdos y ensoñaciones que no encontrarían nunca un hueco en nuestra realidad. Meto primera y me deslizo por las calles de la ciudad.

¿Me habrías esperado una vez más?

viernes, 27 de enero de 2012

Objetos infernales #1

Hoy vengo a contaros una anécdota que servirá de anclaje para denunciar uno de los objetos más perversos creados por la humanidad en los últimos años. No os voy a hablar ni de un arma de destrucción masiva, ni de una máquina de tortura, ni nada por el estilo. Es un objeto sencillo, común, que podéis encontrar en cualquier hogar de cualquier parte. Pero no os lo diré aún... Primero centrémonos en el contexto.

Ayer, jueves, noche de Sherlock Holmes en Antena 3. Estaba yo tranquilamente en mi sofá, toda puesta, con la manta por encima, las pipas, reservas de agua para aguantar toda la noche y presumibles ganas de dormir ahí, abandonando mi dulce camita a su suerte por motivos que no vienen al caso. La serie termina y me deja un amargo sabor de boca por un final abierto y cargado de ¿qué pasará? que me impide dormir tranquilamente.

Permanezco tumbada en el sofá, completamente a oscuras, toda la casa en silencio. Ni si quiera escucho el dulce ronroneo de Chu, mi gatita, tumbada encima de mí. Nada, todo en silencio. Empiezo a dormirme. Y de pronto...

¡PSSSSFFFFHHHHH!

Pegué tal salto que la pobre Chu salió corriendo del comedor. Y yo me quedé inmóvil, asustadísima. ¿Qué mierda había sido eso? Con el tembleque encima, cogí el móvil y activé la función linterna (si es que es multiusos el cacharro este. Cómo lo adoro) y me dispuse a investigar qué o quién había perturbado mi sueño. No parecía haber nada fuera de lo común; todo seguía en su lugar y no había ninguna sombra sospechosa que me indicara peligro alguno. Imaginaciones, pensé. Y me volví a tumbar.

 ¡PSSSSFFFFHHHHH!

¡El colmo! De nuevo me levanté, ya más cabreada que asustada, y empecé a dar vueltas por la sala buscando de dónde leches venía el ruidito de los cojones las narices. Estaba terminando de dar la vuelta, pasando por delante de la chimenea y ya con dirección al sofá cuando...

 ¡PSSSSFFFFHHHHH!

 En toda la cara. Ahí estaba. Un maldito AMBIENTADOR. Pero no uno de esos ambientadores normales que van soltando el olorcillo, no. Un ambientador de los que te escupen si pasas por delante y, sino, te van escupiendo cada diez minutos. Encolerizada, agarré el cacharro en plena oscuridad y me ensañé a gusto con él. Aún estoy encontrando piececitas por el comedor...

Pues bien, queridos lectores. Si alguna vez queréis pasar una noche de sofá y tenéis uno de estos por casa, recordad apagarlo, esconderlo, quemarlo o regalárselo a la vecina odiosa del cuarto. Evitareis muchos ataques de ira y seguro que conseguís poder dormir en paz. 

¡Nos leemos próximamente!

S.

P.D: Atentos a la pestañita de "El mundo de Liees". Pronto habrá actualizaciones. MUAJAJAJAJA.